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Lipedema

Transformando vidas a través de la fisioterapia: descubre nuestro enfoque integral para el tratamiento del lipedema

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Lipedema

El Lipedema es una enfermedad crónica del tejido adiposo. Su diagnóstico clínico puede ser “desorden del tejido adiposo”, “desorden del metabolismo lipídico” o incluso “lipodistrofia”. La particularidad de esta enfermedad es que la grasa que se acumula no es como la normal, por lo que no se puede eliminar ni con dieta y/o ejercicio. Esta grasa tiende a acumularse de forma simétrica en ambas piernas (y en ocasiones también en brazos), dejando intactas manos y pies. De esta forma las afectadas suelen presentar siluetas descompensadas en las que las extremidades inferiores son más gruesas que el resto del cuerpo, sin existir, en muchas ocasiones, diferencia entre tobillo, rodilla y muslo. El engrosamiento más evidente y/o típico se da en las pantorrillas, donde la acumulación de grasa llega hasta el tobillo, donde se para, formando un anillo o dando el aspecto de un pantalón bombacho. No obstante, el engrosamiento de los miembros puede desarrollarse de múltiples formas.

No es obesidad aunque suele mal diagnosticarse como tal. No obstante, sí puede aparecer en estadios más avanzados. Las afectadas tienen tendencia a ganar peso sin explicación y gran dificultad para perderlo en las zonas más afectadas, que varían poco o nada a pesar del esfuerzo. Además se suele padecer sensación de pesadez, fragilidad capilar, lo cual facilita la formación frecuente de hematomas de manera espontánea o ante mínimos traumatismos, así como una hipersensibilidad al dolor (una leve presión sobre el tejido se convierte en dolorosa), por lo que también es llamado “síndrome de grasa dolorosa”.

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Síntomas

Los síntomas pueden variar entre las pacientes, no todas presentan los mismos ni en el mismo grado:

Tratamiento, técnicas, bienestar

Objetivos del tratamiento

La progresión del lipedema es variable, ni aparece en el mismo momento, ni todas las afectadas evolucionan de la misma forma ni al mismo estadio, y tampoco se responde siempre igual al mismo tratamiento. No se puede saber de antemano cómo se va a evolucionar pero lo mejor siempre es tener información de las opciones disponibles para poder elegir la forma de tratamiento que más nos convenga.

Los objetivos principales del tratamiento deben ser:

Minimizar dolor

Alivia el dolor y mejorar la comodidad.

Evolución

Detener o incluso revertir la evolución

Prevención

Ayuda a prevenir complicaciones a largo plazo, como el desarrollo de linfedema secundario, al mantener la función y el flujo linfático y sanguíneo adecuados.

Movilidad

Mantener y/o mejorar la movilidad a través de programas específicos de ejercicios.

Tratamiento

En nuestro centro ofrecemos tratamiento conservador como alternativa al tratamiento quirúrgico, que consiste en:

Diagnóstico

Realizamos un diagnóstico personalizado para cada paciente y diseñamos un tratamiento específico según sus necesidades.

Drenaje linfático manual

Técnica terapéutica suave que utiliza movimientos específicos para estimular el sistema linfático.

Presoterapia

Tratamiento con aire a presión variable para estimular la circulación venosa y mejorar el drenaje linfático.

Radiofrecuencia

Aplicación de ondas magnéticas de alta frecuencia sobre la piel, que favorece la producción de colágeno y el drenaje linfático.

Cuidados de la piel

Cuidado adecuado de la piel  para evitar complicaciones y mantener la piel en las mejores condiciones posibles.

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